La seguridad de tu familia depende de cuatro puntos de contacto. ¿Sabes si tus neumáticos están listos para el camino diario?

Ignorar tus llantas es arriesgar mucho en cada viaje. No son solo hule, son tu principal sistema de seguridad activa en el vehículo.
Revisa la presión una vez al mes, siempre en frío. Una llanta baja consume más gasolina y se desgasta de forma irregular.
Busca el indicador de desgaste en el dibujo. Si la banda ya está al nivel de ese pequeño tope, es hora de cambiarlas.
No olvides la alineación y el balanceo cada 10 mil kilómetros. Esto protege la suspensión y te da un manejo suave.
Una llanta en mal estado puede fallar en el peor momento, especialmente con lluvia o en carretera. Prevenir es mucho más barato.
Cuidar tu auto empieza por lo básico. Unos minutos de revisión te ahorran dinero y te dan tranquilidad total al volante.

